Gracias por contribuir en la obra del Señor, tenemos la certeza que Dios recompensará tu fe por haber sembrado en su reino.

 

 

El diezmo consiste en separar el diez por ciento de todas nuestras ganancias.

Dios estableció el diezmo desde que Melquisedec rey de Salem tuvo un encuentro con Abrabran el padre de la fe, y este entrego los diezmos de todo. Cuando volvía de la derrota de Quedorlaomer y de los reyes que con él estaban, salió el rey de Sodoma a recibirlo al valle de Save, que es el Valle del Rey.  Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino; y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra; y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo.  Génesis 14:17-20

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El diezmo se debe de dar por separado de la ofrenda, ya que la ofrenda es una muestra de gratitud voluntaria y el diezmo es un acto de obediencia.

Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. Malaquias 3:10

Cuando ofrendamos y diezmamos estamos honrando al Señor y Dios derramara sobre nosotros una bendición sobre abundante.

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Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos; Y serán llenos tus graneros con abundancia,

Y tus lagares rebosarán de mosto. Proverbios 3:9-10